(Antigo Palacete Borges da Costa)
El Palacete Borges da Costa es la sede de la Academia de Letras de Minas Gerais (Casa de Alphonsus de Guimaraens) desde 1987, cuando recibió el comodato del poder público estatal. La restauración se completó un año después. En 1994, se construyó un anexo con auditorio, en el lote adyacente, donde existió la casa de la familia Halfeld, un bellísimo proyecto del arquitecto Gustavo Penna. El contraste del ecléctico y del moderno realzó aún más la belleza del palacete.
La residencia del médico Eduardo Borges da Costa fue fundada en la calle Bahia, número 1466, al lado de la casa de los Halfeld, sus suegros, donde residía con la familia. Inaugurada en 1929, fue construida sobre la clínica privada de Eduardo, erigida en el subsuelo en 1914, con el propósito de ser la base de la futura casa. Actualmente, ese espacio alberga el acervo de 20.000 libros donados por el académico y ex presidente de la Academia, Vivaldi Moreira.
El proyecto, encargado al arquitecto Luiz Signorelli, es en estilo ecléctico, con elementos contemporáneos y del neoclásico. Es una residencia de 44 habitaciones, que gastó diez años en su construcción y muchos trabajadores comandados por el maestro de obras Sr. Antonio Mias. Los trabajos en madera fueron hechos por el austríaco Sr. Muchiutti y por el italiano Sr. Mario Bima; los trabajos en mármol, por los hermanos Natalli y los estucos de los techos por dos portugueses traídos por el propietario.
Implantada con alejamientos y jardines frontal y lateral, posee dos pavimentos, además del subsuelo. El piso de entrada de este jardín es de gnaisse. El acceso al palacete es frontal y se hace por una escalera de mármol en “Y” invertida que lleva hasta el balcón, iniciada por columnas, también de mármol blanco, con parapeto en balaustres huecos.
Es un edificio con partido irregular, constituido por yuxtaposición de dos volúmenes rectangulares y un tercer menor, en formato pentagonal, correspondiente al balcón frontal, que es sostenido por seis columnas de columna estriada y capitel corintio. Las vitrinas en los laterales de la fachada frontal llevan iluminación y color a los dos pisos de la casa. En el segundo piso, hay una terraza con barandilla en albañilería y enrejado de hierro trabajado. Entre los pavimentos y el coronamiento, los aleros tienen acabado decorativo. El parapeto es en albañilería llena y esconde la cubierta. La decoración es sobria y con fachadas revestidas de polvo de piedra.
El balcón da acceso a dos salones donde se distribuyen las habitaciones de pasillo, sala de estar, salas de distribución y comedor. El tratamiento es refinado, las puertas acolchadas, los pisos en marquetería con bloques en tonos claros y oscuros de madera noble, como las escuadras y la escalera con barandilla y parte inferior trabajadas.
Techos en estuco y paredes revestidas por paneles de cuero prensado y madera. El comedor tiene un pie derecho parcialmente doble y es iluminado por un gran vitral belga con motivos florales al estilo art nouveau. El volumen de los fondos, del nivel inferior, tiene tres secciones: la central, de distribución y de conexión con el bloque anterior, y dos secciones laterales que poseen pequeñas habitaciones de empleados, instalación sanitaria y cocina y despensa.
La escalera de Jacaranda lleva a un pequeño pasillo superior de distribución que recibe protección de guarda-cuerpo y arcadas. El bloque del frente, posee dos grandes habitaciones e instalación sanitaria. El bloque posterior, tiene cuatro cuartos a lo largo de la sala central y una terraza al fondo.
El subsuelo, donde funcionaba el consultorio, posee cinco pequeñas habitaciones en la parte frontal. El espacio también tiene acceso externo por el pasillo lateral izquierdo del terreno e interno por una pequeña escalera.
Permanecieron en la casa, donados por la familia, los muebles originales del comedor en caoba europeo, en el estilo Renacimiento, así como diversos candelabros de alabastro, cristales de la bohemia y porcelana.