(Monumento Conmemorativo del Centenario de la Independencia Nacional)
El obelisco de la Praça Sete (“Plaza Siete”) es un hito que conmemora el centésimo aniversario de la independencia de Brasil, el 7 de septiembre de 1822. El monumento fue elegido por concurso, y el diseño del arquitecto Antônio Rego fue el ganador. La ejecución fue llevada a cabo por la empresa del ingeniero Antônio Gonçalves Gravatá, por orden del presidente de Minas Gerais en ese momento, Raúl Soares.
El monumento fue lanzado el 7 de septiembre de 1922, en la confluencia de las avenidas Afonso Pena y Amazonas, un lugar considerado monumento de la ciudad. Se dice que la plaza, que se renombró 7 de Septiembre, se llamó anteriormente Plaza 14 de Octubre, la fecha de creación del Comité de Estudio de Lugares Indicados para la Nueva Capital.
El obelisco fue tallado en granito, en una cantera en Betim, un municipio en el área metropolitana de Belo Horizonte, y transportado por ferrocarril al barrio de Lagoinha. Desde allí, hasta su ubicación definitiva, seguido del tranvía, es decir, también sobre rieles, el único recurso existente en ese momento.
Fue inaugurado el 7 de septiembre de 1924. Tiene 13.5 metros de altura y está dividido en 28 bloques, con un peso de 120 toneladas. En cada una de sus cuatro caras hay una placa de bronce del artista Francisco de Paula Rocha. Alrededor del monumento hay cuatro candelabros de hierro fundido, obra del artista austríaco João Amadeu Mucchiut.
En 1962, debido al aumento del tráfico vehicular en el centro de la metrópoli, fue retirado de su ubicación original y llevado a un lote vacío al lado del Museo Abílio Barreto. En 1963, fue reinstalado en el lugar Diogo Vasconcelos, en Savassi. Posteriormente, en septiembre de 1980, bajo presión popular, regresó a su lugar de origen. Es cariñosamente llamado “piruleta” por los habitantes de Belo Horizonte.
El 2 de junio de 1977, un decreto estatal registró este monumento como patrimonio cultural e histórico del estado de Minas Gerais.